El macrosector servicios no puede quedar excluido del contrato relevo.
El Gobierno recupera el contrato relevo vinculado a la jubilación parcial sólo para una parte de nuestra actividad productiva.
El Gobierno anunció, el pasado viernes, 7 de diciembre, la aprobación de un real decreto de medidas urgentes para el sector industrial, en el cual se contempla la recuperación del contrato relevo vinculado a la jubilación parcial: un instrumento eficaz para la renovación de plantillas y el acceso al mercado laboral de los jóvenes.
Sin embargo, para la federación de Servicios, Movilidad y Consumo de UGT (FeSMC-UGT) esta iniciativa se queda corta y resulta llamativo que el macrosector servicios no pueda ser objeto, también, de esta medida.
Los argumentos esgrimidos por el Gobierno resultan obvios, pues a nadie se le escapan los beneficios que para el empleo y el mercado de trabajo aporta una medida como esta. Por eso mismo, resulta sorprendente la racanería del Ejecutivo a la hora de extender el contrato relevo a todos los sectores de actividad económica de nuestro país.
Pero si hemos de concretar en los sectores de actividad que competen a esta federación sindical –transportes, financiero, seguros, oficinas, hostelería, turismo, limpieza, seguridad privada, medios de comunicación, telecomunicaciones, cultura y comercio– no tenemos dudas sobre la necesaria renovación generacional de plantillas en muchos de ellos, sobre la posibilidad de contribuir a reducir la resistencia al cambio en algunos perfiles profesionales que asumen un impacto directo en el proceso de digitalización y tecnificación de procesos; sobre la penosidad de algunas de las tareas profesionales que generan un desgaste físico y psicológico en actividades vinculadas a nuestros sectores; sobre la consolidación de empleo en ámbitos con un alto índice de rotación y baja calidad en la contratación, y un largo etcétera.
Por tanto, desde FeSMC-UGT pedimos al Gobierno que reflexione sobre la posibilidad de universalizar una medida que, en definitiva, mejora las condiciones de los trabajadores y las trabajadoras, incrementa la calidad del empleo, favorece la competitividad y contribuye a modernizar sectores que están inmersos –o lo estarán– en profundos cambios de carácter tecnológico y digital.
