Metro ya ha adjudicado el contrato para realizar nuevas mediciones de gas radón que se harán en mayo

Metro de Madrid ya ha adjudicado el contrato de servicio para practicar nuevas mediciones sobre gas radón a la Universidad de Cantabria, que se realizarán antes de que finalice el mes de mayo.

Metro de Madrid ya ha adjudicado el contrato de servicio para practicar nuevas mediciones sobre gas radón a la Universidad de Cantabria, que se realizarán antes de que finalice el mes de mayo.

Así lo han indicado a Europa Press fuentes de la compañía para explicar que en breve habrá una reunión con los delegados de prevención de riesgos laborales para detallarles dónde y cuándo se acometerán estas mediciones. 

Las últimas mediciones de gas radón se realizó en 2001 y dieron resultado negativo. No obstante, el suburbano realizará nuevos estudios para garantizar que no hay presencia de dicho gas tras las indicaciones efectuadas por parte de la Inspección de Trabajo y el Consejo de Seguridad Nuclear. El plazo para realizar las mediciones es hasta el 21 de mayo.

Desde Metro detallaron en febrero que en 2001 se realizaron mediciones en sus instalaciones que descartaron la presencia de este gas, que se puede localizarse en el subsuelo y en exposiciones elevadas puede generar cáncer.

Las mismas fuentes explicaron que esas mediciones descartaron la presencia de ese gas y que no hay riesgo para trabajadores y usuarios de exposición.

No obstante, subrayaron que la legislación cambió en el año 2012 y que, a consecuencia de ello, desde el Consejo de Seguridad Nuclear y también desde Inspección de Trabajo, a requerimiento de sindicatos, se incidió al suburbano la necesidad de hacer nuevas mediciones para garantizar que no hay presencia de dicho gas.

Por ello, Metro de Madrid inició los trámites para acometer este nuevo estudio y que será una entidad especializada la encargada de hacer esas nuevas mediciones, en este caso la Universidad de Cantabria.

Además, desde el suburbano explican que el gas radón, según los expertos, es una sustancia que no es común en España y que suele detectarse en terreno granítico, arcilloso o arenisco, condiciones que no son las que tiene el subsuelo de Madrid.